Artículo de Peter Gray, quien ha realizado y publicado investigaciones en psicología comparativa, evolutiva, de desarrollo y de educación, es además investigador en el Boston College.
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Familias europeas están siendo multadas, y lo que es peor, por perseguir la libertad de enseñanza.
Hace dos semanas y media tuve el honor de asistir y hablar en la conferencia de 2013 de EUDEC (Comunidad Europea de Educación Democrática). Conocí a muchas personas y familias valientes que están haciendo sacrificios personales en su lucha por lograr que se pueda tener la posibilidad de elegir opción educativa en Europa.Nosotros en los Estados Unidos somos relativamente afortunados. Venimos de una tradición de pioneros y aventureros que se rebelaron contra las restricciones religiosas y estatales de los países de donde eran originarios, y mantenemos al menos un poco de respeto para con las personas que optan por rutas menos transitadas. En la mayor parte de Europa, por el contrario, hay un mayor sentido de que la minoría debe someterse a la mayoría. Si la mayoría siente que los niños deben ser educados de una manera determinada, entonces esa manera debe estar bien para todos, de modo que se convierte en camino consagrado por la ley, y las personas que siguen su propia conciencia y sus creencias están fuera de la ley...
