En casa nos gusta mucho aprender por
temas o por proyectos ya sea a través de un cuento, de una unidad de
estudio o de un proyecto más a largo plazo.
Las unidades que más nos gustan son
las que tienen que ver de forma natural con la estación en curso.
Empezamos a aprender así cuando mis hijos aún eran muy pequeños y
leíamos cuentos, paseábamos y observábamos la naturaleza y sus
cambios.
Nos encanta hacer manualidades y
explorar con diferentes texturas y materiales. Quiero ofrecerles a
mis hijos un abanico de posibilidades para aprender de manera
natural, divertida pero eficiente a la vez y con diversidad de
materiales, propuestas y juegos.
Así, poco a poco fueron naciendo
dentro de mi cabeza las guías activas. Al principio era simplemente
la idea de hacer un dossier para uso personal incorporando todas esas
actividades que nos gusta hacer juntos pero de forma más organizada.
Además con la ventaja que si ya lo tengo preparado no tengo más que
planear que día queremos hacer tal actividad o incluso simplemente
tomar la guía y ver que nos apetece hoy.
Para mi era una forma de ahorrarme
trabajo de búsqueda por internet y en libros pero fue tomando la
forma de un proyecto que me apetecía compartir y a la vez una forma
de tener una pequeña entrada de dinero para algunos gastos de
material o libros para los niños.
Así que en primavera me puse a pensar
de que manera podía organizar una guía para que además de ser
práctica fuera divertida y educativa. Me decidí por el formato de
temas semanales y de una guía al mes. Los temas, como no podía ser
de otra forma, tienen que ver con la estación e curso y nos proveen
de actividades para todas las áreas de conocimiento así como para
el juego sensorial y la experimentación científica entre otras
cosas.
¿Como se usa una guía activa?
No es necesario imprimirla entera,
simplemente podemos tomar nota de las actividades que nos interesen
esa semana o la podemos visualizar en nuestro tablet. Hay suficientes
para hacer una al día todos los días de la semana excluyendo el fín
de semana. Aunque también se pueden hacer dos al día y repetir con
alguna variación, eso puede variar en función de cada familia.
Primero es importante hacer una
introducción al tema ya sea con una conversación, estimulando la
curiosidad con preguntas, anotando si surjen más preguntas, leyendo
algún cuento o alguna enciclopedia infantil.
Luego podemos mirar las actividades
juntos y decidir cual queremos hacer.
El punto fuerte de las actividades que
propongo es que se pueden preparar ( la mayoría) en un abrir y
cerrar de ojos. Nada de pasarse horas buscando y nada de materiales
complicados!
Además la mayoría de actividades son
propuestas en forma de juego así que la diversión está asegurada.
Siempre he pensado que el juego es el gran motor del aprendizaje y es
una pena que a partir de primária esa forma de aprendizaje
desaparezca si aún podemos sacarle partido muchos años!
El resto es imaginación, creatividad y
seguro que os lo pasáis tan bien como nosotros y aprendéis un
montón de cosas jugando.
Sylvia, niña curiosa convertida en mamá inquieta