Hace unas semanas publicábamos una reseña del primer libro de Natalia Sanmartin Fenollera, El despertar de la señorita Prim, a propósito de la referencia que se hace a la educación en casa en el libro.
La autora ha sido tan amable de contestar unas preguntas que le hicimos relacionadas con este tema. Pero antes, una breve biografía de Natalia Sanmartin.
Natalia nació en A Estrada (Pontevedra) en 1970. Licenciada en Derecho por la ULC, es máster en Periodismo por la Escuela de periodismo de El País y la UAM y cuenta con un PIDD por la Escuela de Negocios ESIC.
Su carrera profesional se ha desarrollado principalmente en el ámbito de la información económica. Ha estado al frente de las secciones de Cinco Sentidos y de Vida Profesional en el diario económico Cinco Días, donde actualmente es jefa de Opinión.
El despertar de la señorita Prim es su primera novela y en España ya va por la tercera edición.
Una curiosidad:
San Ireneo de Arnois, toma su nombre en honor a la parroquia gallega de A Estrada de Arnois.
Fotografía de TodoLiteratura.es |
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Hemos quedado gratamente sorprendidas por cómo has captado la esencia del homeschooling o educación en familia en tu libro "El despertar de la señorita Prim". ¿Cómo te informaste de lo relativo a la educación en casa desde un punto de vista práctico?En realidad, no me informé de un modo específico para la novela. Conozco el homeschooling desde hace años, siempre me ha parecido una opción valiente e interesante de educación. Y he leído bastante sobre el tema, pero no lo hice de forma especial para el libro. La educación que reciben los niños de San Ireneo de Arnois está sacada de mi imaginación. Pero la imaginación se nutre de lecturas y experiencias. Y en cuanto a experiencias, yo crecí en un ambiente en el que la educación superaba los límites de la escuela y se completaba, de forma natural, en casa.
Es tan cercana la visión que realizas del homeschooling que nos preguntamos qué tipo de educación recibiste.
Las familias homeschoolers utilizan infinidad de métodos educativos a la hora de afrontar su labor educadora. ¿Por qué esa mirada a la educación clásica?
Ante el creciente número de colegios con pedagogías distintas, ¿cómo se te ocurrió que los exiliados educasen en casa, en lugar de por ejemplo fundar un colegio a la manera de los clásicos?
Recibí una educación convencional, al menos en materia de escolarización. No provengo de una familia de homeschoolers, pero crecí en un hogar con muchos hermanos y muchos libros. Tuve la fortuna de que mis padres nos dejaron desde muy pequeños las puertas abiertas de su biblioteca, especialmente de los clásicos.Lo hicieron con naturalidad y sin imponernos etiquetas pedagógicas o límites estrictos sobre lo que un niño es "capaz" de leer a una determinada edad. Los niños de aquella casa devorábamos todos los libros que caían en nuestras manos, desde los cuentos de hadas hasta los clásicos rusos.
Las familias homeschoolers utilizan infinidad de métodos educativos a la hora de afrontar su labor educadora. ¿Por qué esa mirada a la educación clásica?
Creo que los clásicos son la piedra angular (o deberían serlo) de cualquier educación. Lo fueron a lo largo de muchos siglos en la educación europea, antes de que se impusiese esa curiosa idea de que lo nuevo, por el mero hecho de serlo, resulta valioso y lo antiguo, sospechoso. La literatura, el arte, la cultura clásica forma el criterio y educa el pensamiento de un modo incomparable. Es el cimiento de todo edificio. Sabemos lo que ocurre con los edificios sin cimientos, lo estamos experimentando en materia educación desde hace ya mucho tiempo.
Ante el creciente número de colegios con pedagogías distintas, ¿cómo se te ocurrió que los exiliados educasen en casa, en lugar de por ejemplo fundar un colegio a la manera de los clásicos?
En realidad, el sistema educativo de San ireneo de Arnois, el pueblecito de la novela, es mixto. Existe una pequeña escuela para aquellas familias que prefieren una educación convencional y para apoyar a quienes educan a los niños fuera del sistema escolar. La idea es dar libertad para elegir. No todo el mundo está preparado o, por lo menos, no todo el mundo cree estarlo para educar personalmente a sus hijos. Los habitantes de San Ireneo educan no sólo en casa, sino también en comunidad. El que sabe de literatura enseña en su casa literatura; el que sabe de ciencia, enseña ciencia; el que domina la aritmética, imparte aritmética a los niños de los demñas. Es una educación exquisita, pero sobretodo libre y basada en la confianza y la cortesía vecinal.
Y ahora la pregunta del millón. ¿Crees que el homeschooling debiera ser regulado en España?
Muchísimas gracias Natalia, ha sido un placer.
No me atrevería a decir regulado, porque cuando se regula algo se corre el riesgo de limitarlo o empobrecerlo. Creo que la educación es un derecho de las familias y que debe garantizarse que cada familia tenga la posibilidad de elegir el que considere mejor modo de educar a sus hijos. Por supuesto, el Estado está para actuar cuando ese derecho se convierta en un abuso, pero lo está del mismo modo en que actúa cuando surgen problemas en el sistema escolar.
No creo que exista nada más grande y más apasionante que educar a un niño. Y del mismo modo que comprendo perfectamente que haya familias que no puedan o no deseen hacerlo, comprendo y me parece admirable que otras decidan emprender esa tarea. Esa libertad supone un enriquecimiento para el sistema educativo de un país, como también lo sería contar con una legislación que permita y apoye la creación escuelas con currículos distintos y maneras diferentes de enfocar la educación. Mi escuela, por ejemplo, sería una escuela con griego y latín desde la más tierna infancia. Probablemente no tendría mucho éxito ni muchos alumnos...o sí, quién sabe si nos llevaríamos una sorpresa...
Muchísimas gracias Natalia, ha sido un placer.
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