Supongamos que una familia se ha decidido a educar a sus hijos en casa, adaptando la economía familiar y el estilo de vida a esta nueva opción formativa.
Ya ha definido sus objetivos educativos (lo primero en que pensó). Posiblemente ya ha buscado en internet, contactado con alguien que eduque en casa, leído libros, optado por probar alguna filosofía educativa.
Entonces llega el momento de pasar a la práctica. De eso trata esta entrada. De la práctica, pero además por poco dinero. Lo del dinero no es tanto por un tema económico sino por la búsqueda de la simplicidad en todos los aspectos de la vida, junto con el pensamiento de que el dinero no mejora o empeora el proceso educativo de una persona. Aún así cada uno conoce su historia y, por qué no, tiene sus caprichos y se gasta de vez en cuando un dinero en material porque sí, porque le apetece o le parece interesante o útil.
Si me preguntaran, para mí sería suficiente disponer de unos cuantos libros buenos cerca y mucho sitio donde jugar al aire libre (y por supuesto de alguien que esté pendiente del niño casi todo el día). Pero igual esta es demasiada frugalidad.
Profundizando un poco más, pienso en esta pequeña lista de recursos para aprovechar lo que existe a nuestro alrededor, sin gastarse una pasta educando en casa. Se puede, por ejemplo:
- Usar lo que ya tenemos en casa. En las casas se acumulan muchas cosas que luego se pueden utilizar con los niños. Nosotros tenemos muchos libros de consulta y algunos de lectura, material de papelería, herramientas de jardinería o bricolaje o de alguna afición de los padres.
- Pedir prestado a amigos o familia. (Nota: apuntar en algún lugar visible lo que se ha tomado prestado para devolverlo tras su uso).
- Aprovechar las redes de intercambio o el material que ofrecen algunas parroquias (libros, algunos juegos).
- Tomar prestados libros, DVDs y revistas de las bibliotecas.
- Hacer visitas a zoos, museos, exposiciones, conferencias. Hay días en que la entrada es gratuita. En algunos casos puede averiguarse la posibilidad de descuentos si las visitas se hacen grupo o con algún carnet, etc.
- Buscar actividades 'extraescolares' más baratas o gratuitas, a través de los ayuntamientos, asociaciones o centros culturales, o haciendo intercambios de conocimientos con otras familias.
- Usar la conexión a internet (de casa, una biblioteca o un amigo o familiar) para descargarse material gratuito o adaptar lo que ya existe. Mucho de este material suele estar en inglés, pero esto no es inconveniente sino más bien la oportunidad de practicar con una lengua extranjera, tanto nosotros los adultos como los niños. Hay además muchos recursos en español en las páginas de educación de las comunidades autónomas y en los múltiples blogs de profesores de Primaria y Secundaria -sólo hay que darle al Google.
- Comprar en rebajas o cuando haya ofertas; aquí me refiero tanto a cosas virtuales como reales. Hay páginas que ofrecen material más barato cuando está terminando el año escolar o cuando empieza, y lo mismo en tiendas reales.
- Conseguir un lector electrónico o un iPad y descargar libros gratuitos (sin derechos de autor ya o libros que se ofertan gratis). En el iPad además se pueden usar muchas aplicaciones gratuitas útiles para complementar la oferta educativa.
¿Qué otras posibilidades se os ocurren para educar en casa sin gastar demasiado?
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ESCRITO POR...
Maria Calderón es madre de dos hijos, de 8 y de 4 años, a los que educa en casa. Aunque su estilo educativo es ecléctico, siente una especial inclinación por la educación neoclásica, que insiste en aplicar en su hogar con su hijo mayor. Podéis leerla en su blog de educación en casa, Por el roble, el fresno y el espino.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.
