Cuando uno lleva a sus hijos al colegio delega en esta institución la enseñanza de las materias académicas (las mates, la lengua, el cono). Pero si les educas en casa esta obligación recae enteramente en los padres.
Esto no significa que los padres que educan en casa tengan que saber de todo y conocer un montón de datos, sino más bien que han de saber gestionarlos: conocer las fuentes de información fiables y buscar ayuda fuera para ciertas materias (¿música?, ¿arte?, ¿matemáticas?, ¿chino?).
Pero educar en casa también significa aprender junto a tus hijos. En estos dos años de educación en familia he aprendido más historia de la que nunca estudié en aquella lejana E.G.B.; he hecho más experimentos de los que nunca hice contando mis años de escuela e instituto (y de facultad también, la verdad); he leído más literatura infantil que durante toda mi infancia.
--- niño experimentando con mortero, ceras blandas y martillo; podéis imaginar cómo terminó el mortero ---
Educar en casa significa también interesarse por aprender sobre temas que nunca le explicaron a una o que nunca le interesaron especialmente. Y como tutor o mentor, responsable de gran parte de la educación de sus hijos, en que se convierte una, pues se ve "en la necesidad" de leer, estudiar, crecer, aprender. Como cualquier otro profesor que quiera mantenerse al día, por sí mismo y por sus alumnos.
--- mesa de estudio ---
Pero educar en casa no es un sacrificio. Para mí no significa una dedicación exclusiva a los hijos, porque visto así, en poco tiempo yo estaría quemada por no tener tiempo para mí. Sé que si desarrollo distintas facetas de mi persona, no sólo las de madre y educadora, todas ellas repercutirán en estas dos, enriqueciéndolas. Los niños crecerán con el ejemplo de unos padres que se preocuparon por sus hijos, pero también por ellos mismos.
Es por eso que los padres que educan en casa pueden y deben relacionarse con otros y tener ratos de ocio. Escribir en un blog, quedar con otras familias homeschoolers, salir al parque con amigos que llevan a sus hijos al cole, son otras formas de socializar y de pasarlo bien. Dedicar ratos a leer, tomar un café solos en una terraza, incluso trabajar fuera de casa. No deberían ser motivo de censura por parte de nadie por tener una vida plena. No significa que uno se preocupe menos por sus hijos. Antes que educadores en casa somos madres y padres. Y si la madre (y el padre) está bien, toda la familia está bien.
{Todas las fotografías son propiedad de la autoria del artículo}
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ESCRITO POR...
ESCRITO POR...
Maria Calderón
es madre de dos hijos, de 8 y de 3 años, a los que educa en casa.
Aunque su estilo educativo es ecléctico, siente una especial inclinación
por la educación neoclásica, que insiste en aplicar en su hogar con su
hijo mayor. Podéis leerla en su blog de educación en casa, Por el roble, el fresno y el espino.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.