Es otoño.
Las manzanas que no han caído
conservan su brillo otro instante en el aire triste.
Y sueñan que su brillo aún puede ser más.
El manzano. Galway Kinnell
No es todavía otoño, pero ya se aproxima. Puede que el aire huela a otoño: a hojas secas, a chimeneas que se encienden, a tierra mojada. Puede que sólo esté en nuestro pensamiento la idea del cambio de estación, de la ropa de más abrigo que habrá que sacar, del cambio de aspecto en la naturaleza que nos rodea, del inicio del año escolar...
Es este un buen momento para coger la agenda y marcar algunas fechas destacadas de estos tres meses, septiembre, octubre y noviembre, que podremos celebrar de manera especial con los niños. Las que se proponen más abajo están relacionadas con la estación en sí misma, con la cosecha y con el cristianismo*.
Septiembre, unido a la recolección de la cosecha, a la vendimia. Consagrado al dios Vulcano en la antigua Roma.
Octubre, mes del vino, ya que en algunas zonas de la antigua Europa era el momento de pisar las uvas.
Noviembre, mes con mala fama en general, quizás por el mal tiempo que suele acompañarlo en muchas zonas. Había cierta tranquilidad en el campo, y más tiempo para dedicarlo a celebraciones.
8 septiembre. Natividad de María. Comienzo con esta celebración porque es mi santo y mi madre me llama todos los años para recordármelo, bien este día o el 12, que celebra el Dulce Nombre de María. Podría animarme a celebrarlo con una tarta victoria, rellena de nata, que me encanta.
22 ó 23 septiembre. Equinoccio de otoño (Mabon para los celtas). ¿Qué tal iniciar un proyecto de árbol de las estaciones, haciendo un árbol de otoño? También podemos dar un paseo por la naturaleza más cercana a casa, para después, al volver, celebrar la entrada de la nueva estación con una cena con sidra y vino, y con platos elaborados a partir de los productos de temporada: ¿qué tal una ensalada de espinacas, frutas secas y panceta, seguida de un asado de cerdo con manzanas?
29 septiembre. San Miguel, el arcángel que venció al demonio en forma de dragón. Según la tradición, este último cayó a tierra sobre una zarzamora. La historia puede leerse en el libro de las Revelaciones, 12: 7-9. Sylvia y sus hijos hicieron un pan de dragón, que puede comerse con mermelada de moras. Un libro: El dragón perezoso (Kenneth Grahame).
4 octubre. San Francisco de Asís, que puede festejarse leyendo el Cántico del hermano Sol, una loa a toda criatura viviente; haciendo una mesa de la naturaleza o leyendo sobre la historia de Francisco y Clara en el libro de Guido Visconti.
Noche del 1 noviembre. Samaín, fiesta celta celebrada a la entrada del invierno, cuando se suponía que el mundo de los vivos y los muertos se comunicaba. Durante las noches alrededor de estas fechas, los vivos se reunían para beber, tocar música y cantar, en la supuesta compañía de los muertos. Estos volvían sus hogares, y los vivos les llevaban flores y les festejaban. De esta celebración parece derivar la del día 2 de noviembre (id un poco más abajo en la explicación).
Halloween podría ser una desviación de esta fiesta. Se celebra encendiendo velas dentro de calabazas vacías, disfrazándose de fantasmas y otros seres que asustan (imitando a los muertos) y haciendo fiestas con abundancia de dulces y golosinas.
La castañada y fiestas similares a ella también se celebran este día o alrededor del mismo. Es esta la época en que se empezarían a recoger las castañas, y parece tratarse de una fiesta de celebración de la cosecha. Se comen castañas asadas y se bebe vino. Podríamos hacer una tarta de castañas y chocolate, como la que propone Marhya. O celebrarla según la tradición familiar o de la región en que viváis (si es que se celebra allí).
En general parece haber un momento del año, cuando el invierno comienza a aparecer, en que los vivos honran a sus muertos y comen cosas dulces en su honor, como recuerdo de los ágapes funerarios antiguos. De aquí es posible que deriven las fiestas que podéis celebrar alrededor de estos días iniciales de noviembre.
1 noviembre. Todos los Santos, donde la iglesia católica conmemora a los santos canonizados pero tambien a los que no lo están porque no se tienen datos sobre ellos. Las tradiciones para celebrarlo son variadas, según regiones, y lo ideal sería encontrar una forma acorde al lugar donde se viva. En los teatros madrileños es, o era, tradición representar la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre el Don Juan Tenorio, de Zorrilla. Podemos preparar una tanda de exquisitos buñuelos (me pido los rellenos de nata).
2 noviembre. Día de los muertos, o de difuntos, en que los cementerios se llenan de familiares que llevan flores a las tumbas de los que allí reposan. Es un buen momento para recordar a los que se fueron, viendo fotos antiguas, contando anécdotas de su vida o elaborando un árbol familiar.
11 noviembre. San Martín de Tours, que compartió su capa con una persona necesitada, dando todo un ejemplo de calidez y protección hacia los demás. Su día se celebra en algunos países del norte de Europa haciendo un desfile y portando linternas encendidas, que simbolizan la generosidad iluminando la oscuridad. Las linternas son muy sencillas de hacer, con cartulina, papel, un bote de cristal o una lata de conserva. También se puede demostrar el gesto de Martín al comer o cenar, pasando la mitad de lo que tengamos en el plato al vecino de mesa (idea del libro All Year Round).
22 noviembre. Santa Cecilia, patrona de los músicos. Qué mejor que celebrar la música tocando, cantando, bailando o asistiendo a un concierto.
Veranillo de San Miguel o San Martín (indian summer), es un supuesto suceso atmosférico que tiene lugar a principios del otoño, pero que puede aparecer tan tardíamente como hasta la fiesta de san Martín, en que suben las temperaturas, cual si volviera el verano. Pues nada, si ocurre esto nada mejor que salir fuera en manga corta y aprovecharlo, porque el otoño regresará con seguridad bien pronto.
Bibliografía que he usado y con la que se pueden aprender muchas cosas más:
- Fiestas sagradas (Jesús Callejo)
- All Year Round
(Druitt et al)
- Fiestas populares (M. Ángeles Sánchez)
*Aunque uno practique otra religión o ninguna en absoluto, nuestra cultura tiene una base cristiana de muchos siglos, que ha penetrado profundamente en tradiciones y celebraciones. Aunque para tranquilidad de muchos también hay que decir que bastantes celebraciones cristianas absorbieron tranquilamente las paganas del lugar. Al final está todo conectado y lo esencial es lo que se celebra, independientemente del pensamiento mágico-religioso de cada cual.
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ESCRITO POR...
Maria Calderón es madre de dos hijos, de 8 y de 3 años, a los que educa en casa. Aunque su estilo educativo es ecléctico, siente una especial inclinación por la educación neoclásica, que insiste en aplicar en su hogar con su hijo mayor. Podéis leerla en su blog de educación en casa, Por el roble, el fresno y el espino.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.