Hay muchos libros que los niños pequeños entienden y disfrutan antes de ser capaces de leerlos por sí mismos. Libros que si son leídos en voz alta son capaces de hacer soñar a quienes los leen y a quienes los escuchan. Mi regla para decir si un libro infantil o juvenil es bueno es que no me aburra. Debe ser interesante de leer tanto para un niño como para un adulto
A mí me gusta la literatura británica clásica, especialmente la de finales del XIX y principios de XX, y es de la que más leemos en casa, ya que suelo ser yo quien elige los libros a leer por capítulos, mientras que los niños pueden decidir si también quieren que les lea otros, más cortos, ilustrados o que les atraigan.
Estos de aquí abajo son algunos de los libros que hemos leído en los últimos dos años. Son libros que hay que leer por capítulos, es decir, unas pocas hojas cada día, avanzando más rápido si el libro gusta más, o más lentamente si menos, o incluso dejándolo inconcluso si no engancha. Hay un par o tres de ellos que aún no he leído a mi hijo, pero sí los he leído yo, y por eso están en la lista.
Los niños del agua, Charles Kingsley. Un auténtico libro de aventuras, clásico a descubrir ahora que se ha hecho una nueva edición en bolsillo. Cuenta las andanzas de Tom, un chico deshonillador que cae en un estanque y es transformado en niño del agua.
Winnie Pooh, A. A. Milne. Qué contar de un oso tonto al que le gusta tanto, pero tanto la miel, y de sus fieles amigos de aventuras. Que espero que la interpretación disneyriana no os chafe el disfrute.
La casa de la pradera, Laura Ingalls. Es el segundo libro de la serie, y de los que he leído el que más me ha gustado. La vida de estos pioneros era muy dura, pero Laura la cuenta con una gracia y una aceptación de lo que va sucediendo, sea bueno o malo, que hace que uno se sienta identificado con los personajes y hasta desee haber vivido en aquel lugar.
Cuentos de así fue como, Rudyard Kipling. Una serie de fábulas escritas para niños, con sentido del humor e imaginación. Podemos saber cómo le salió la joroba al camello o cómo se escribió la primera carta o cómo se hizo el alfabeto.
Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll. Cuando leí este libro por primera vez, de adulta, no me llamó especialmente la atención. Pero a mi hijo, con 7 años, le encantó escucharlo y pedía cada día su lectura.
El viento en los sauces, Kenneth Grahame. Junto con el de Laura Ingalls, este aún no ha sido leído en voz alta, pero espero hacerlo próximamente. Es un libro sobre amigos, buena comida y bebida compartidas, aventuras, naturaleza hermosa alrededor. Los dibujos son muy evocadores de una época y un lugar que nunca volverán, salvo en nuestros pensamientos.
Kim, Rudyard Kipling. Otro que tampoco he leído aún en voz alta, pero que es un libro muy querido desde que lo leí hace años. Es la historia de un huérfano que sobrevive en Lahore (India) y cómo pasa a formar parte del servicio secreto británico.
Pippi Calzaslargas, Astrid Lindgren. Esta escritora no es británica, sino nórdica. Pippi es un personaje superatractivo, libre, vive en su propia casa con sus amigos, caballo y mono, no va a la escuela, sabe cocinar, tiene dinero de sobra y superfuerza. Es una buena persona, además de un poco gamberra, y la serie de televisión merece, por una vez, la pena.
La historia del doctor Dolittle, Hugh Lofting. Este era un doctor que aprendió el lenguaje de los animales gracias a su loro y empezó a curarlos en su consulta. Más tarde tuvo que hacer un viaje a África para ayudar a unos monos enfermos. Esta fue una gran aventura, narrada en este primer libro de los siete que componen la serie.
Y un plus: los cuentos completos de Beatrix Potter, con unas historias tan encantadoras y de argumento original, nada ñoñas, con unos animales que se comportan como tales pero que adoptan muchas veces comportamientos humanos. Las historias a veces acaban mal, pero no se siente sino que se comprende. Los dibujos son los de la autora.
Y una vez llegado el final, sólo resta decir que elaboréis vuestras propias listas de libros que queráis leer con vuestros hijos. Indagad. Posiblemente -muy posiblemente- nunca alcancemos a leer todos los libros que aparecen en la lista (al menos si son tan largas como las mías). Pero tendremos la seguridad de que no nos quedamos nunca sin buena lectura entre manos.
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ESCRITO POR...
Maria Calderón es madre de dos hijos, de 7 y de 3 años, a los que educa en casa. Aunque su estilo educativo es ecléctico, siente una especial inclinación por la educación neoclásica, que insiste en aplicar en su hogar con su hijo mayor. Podéis leerla en su blog de educación en casa, Por el roble, el fresno y el espino.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.
Ha hecho una pequeña colaboración en el curso Charlotte Mason de manera fácil.