Si bien es cierto que cuando optamos por la escolarización en familia el aprendizaje no está limitado a un lugar determinado o aula, hay familias que dedican un espacio dentro de sus viviendas dónde realizar o concentrar algunas actividades o materiales académicos.
Nuestro espacio educativo ha ido cambiando con los años, variando la decoración, el lugar, creciendo el espacio y los materiales, un espacio que ha ido creciendo y variando con la familia. Hoy voy a compartir unas fotos de un espacio que fué.
El esqueleto es de RBA, total y absolutamente recomendable. Nosotros lo tenemos hace muchos años y lo compramos por fascículos a través de un periódico. En la estantería del fondo, entre otras cosas la colección de inglés de Muzzy, que encanta a los niños, y la de los Lunnies, que no les gusta ná de ná.
Este es nuestro mueble de la naturaleza, que crece en contenidos día a día.
En primer plano la guillotina y la plastificadora, dos imprescindibles. Al fondo veis dos cajitas que van recogiendo la producción editorial de dos de mis hijos.
Todo en relativo orden, cajitas con pegamentos varios, tijeras de diferentes cortes, letras imán, numeros imán, imanes de animalitos y cositas varias, material de manualidades,...
Puzles y más puzles
Rinconcito para más pequeños con algunos de los puzles de madera, ese de cubos imantados nos lo regaló un angelito sevillano y tuvo un éxito bárbaro.
Los mapas del mundo, de España y de Galicia. El poster de la niña formaba parte de un mural sobre anatomía que hicimos hace muchísimos años y fué recuperado para estudiar las partes del cuerpo en inglés.
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¿Te gustaría compartir con nosotros tu espacio educativo?