Según tengo entendido, en los primeros contactos que las familias homeschoolers españolas mantuvieron con los distintos representantes políticos, una de las recomendaciones más repetidas desde la administración fué que nos hiciéramos visibles, que abriéramos nuestras puertas a los distintos medios de comunicación para que la sociedad nos conociera.
Y así lo hicieron las familias, uno de los primeros pasos que dimos fué ese, perder nuestra intimidad en pos de conseguir que nos respetaran. Desgraciadamente, aunque las familias movieron la ficha que recomendaron mover, el único movimiento que ha hecho el Estado hasta ahora ha sido el de la vía jurídica, condenando a las familias a gastar su tiempo y su dinero en demostrar su inocencia en las acusaciones de abandono de familia.
Así que, quizás, deberíamos hacer mucho más ruido y aumentar nuestra implicación mediática en todos los sentidos, no sólo desde las familias sino también desde las distintas asociaciones y colectivos.
Hace unos meses yayis, una mamá homeschooler mexicana que siempre nos da su apoyo (en México el homeschool está dentro de la legalidad), nos dejaba esta preciosa frase que he convertido en el lema del blog: Dejemos de ser un murmullo
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{Como algunas me habéis preguntado el por qué de esa frase bajo el nombre del blog, aquí teneis la explicación.}