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Centenares de familias catalanas educan a sus hijos en casaPiden que se regularice su situación y que los menores puedan examinarse a los 16 años en vez de los 18
A Jan, de 9 años, le gustan las matemáticas. En cambio, a su hermano mayor, Albert, de 12 años, le interesa más la historia. Pero a diferencia de muchos niños de su edad no estudian las raíces cuadradas ni la revolución industrial en la escuela sino en su propia casa. Sus padres Marleen y Xavi los educan en el hogar desde hace cuatro años. “Creemos que para mi familia y mis hijos es la mejor manera de que puedan aprender de una forma más natural a su ritmo y explorar sus intereses”, explica Marleen, la madre de esta familia que vive en Barcelona.
Albert estaba en tercero de primaria y Jan en primero cuando sus padres tomaron la decisión de desescolarizarlos y cambiar las aulas por el hogar. “Todavía hay gente que le cuesta salir a la luz. Hay familias que cuando deciden desescolarizar les cuesta dar ese paso. Es una decisión muy importante”, reconoce Marleen, que hasta ahora valora de forma positiva haber transformado su casa en escuela: “Que mis hijos se eduquen en casa da mucha más libertad para que puedan aprender a través de temas que les interesan porque si no hay interés el aprendizaje es muy difícil”.
La socialización de los niños
“Estudiar en casa es más fácil. Antes en el colegio hacía muchas matemáticas y ahora puedo hacer más historia y ciencias naturales”, cuenta Albert, que prepara un proyecto sobre Napoleón. Aunque no todos son ventajas en este tipo de educación, según asegura Marleen: “Uno de los padres tiene que quedarse en casa y prescindir de un sueldo. Se puede combinar con jornadas medias pero tienes que establecer prioridades y a veces el tema económico podría ser una de las desventajas”. Otra cuestión que gira en torno a la educación en casa es la socialización de los menores. “Nosotros ni las familias que conocemos que educan en casa estamos todo el día encerrados en casa. Los niños se relacionan con otros niños y también hacen actividades extraescolares”, afirma Marleen, la madre de esta familia de Barcelona que como el resto de las que viven en Catalunya y educan a sus hijos en el hogar piden que se regularice su situación.
El marco normativo
Con la actual Llei d’Educació de Catalunya (LEC), aprobada en el verano del 2009, se reconoce la escolarización en casa bajo la ‘modalidad de educación no presencial’. Ahora está el marco legal pero falta desplegar la ley. Y esto es lo que solicita la Coordinadora Catalana Educar en Familia que está elaborando una propuesta para presentar al Departament d’Ensenyament . “Queremos que se lleve a cabo lo más rápido posible esta reglamentación y esperemos que se haga de manera que nuestros hijos tengan las mismas opciones de obtener un título que los niños en el colegio”, indican desde la asociación. Una de las peticiones de las familias que educan es casa es que sus hijos puedan obtener el título de la ESO a los 16 años, como el resto de estudiantes, y no esperar a examinarse como sucede ahora hasta los 18 años.
La LEC también contempla la creación de un registro en el que consten los datos de los alumnos que se acojan a la modalidad de educación no presencial. “Es lógico que se cree un registro y haya un cierto control. Que se sepa que no van al colegio pero sí que están recibiendo una educación. Nosotros no somos absentistas. Simplemente educar en casa es otra forma de educar”, concluye Marleen. A falta de que se cree este registro, la Coordinadora Catalana Educar en Familia agrupa 40 familias pero calcula que centenares de familias catalanas están educando a sus hijos en casa.
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